Una mujer con manto de viuda estaba llorando sobre una tumba.
"Consuélese usted, señora", dijo un forastero compasivo. "La misericordia del cielo es infinita. En algún sitio habrá un hombre, aparte de su marido, con quien usted pueda ser feliz"
"Había", sollozó, "había pero esta es su tumba."
- "The Inconsolable Widow", Ambrose Bierce.
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Me gusto mucho.
ResponderEliminarY tu retorno a la blogoesfera también.
(L)